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Informes y ayudas para evitar los desahucios; para regularizar la situación de los inmigrantes; para evitar que los niños de familias vulnerables tengan que abandonarlas para ingresar en centros de acogida; atención socioeductiva a menores y adolescentes; apoyo de distinto tipo a los mayores para que sigan en su hogares; y atención a personas sin hogar para tratar de evitar su exclusión social. Estos son algunos de los ejemplos que recoge (acompañada de cifras) la Memoria 2021 de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Murcia, presentada ayer.
Los servicios sociales son una parte “importante y vital” de la administración local y este año pasado estuvo marcado por la salida del confinamiento provocado por la Covid y el camino hacia la normalidad, manifestó la concejala del ramo, Paqui Pérez, durante la exposición, quien subrayó que «pese al incremento de la demanda, y salvando la excepcionalidad de 2020, se han mejorado lo niveles de cobertura y calidad de los servicios».
La Concejalía contó el año pasado con un presupuesto de algo más de 31 millones para cubrir las necesidades de un 13% de la población del municipio: 65.533 personas que forman parte de 21.724 familias, de las cuales 4.734 acudían por primera vez a este departamento. “Es una cifra menor respecto a 2020 (en un 16%), pero aumenta respecto a 2019 (un 6,3%), el año prepandemia”, apuntó la edil.
Por lo que respecta a las ayudas económicas, Servicios Sociales destinó el año pasado 4,4 millones de euros a cubrir las distintas necesidades del colectivo afectado. La gran mayoría, a través de las organizaciones colaboradoras, recibieron productos alimenticios y de primera necesidad (25.501 familias); seguidas de los abonos para el transporte para acudir a cursos de formación municipal (6.224); y de las subvenciones incluidas en el fondo social de Aguas de Murcia (Emuasa) de las que se beneficiaron 5.567 familias, y que permitieron pagar una cuota acorde con sus ingresos.
La Concejalía concedió 433 ayudas para el bono social de luz y 462 al alquiler para colectivos vulnerables, “con lo que se evitó situaciones de desahucio, que se vieron complementadas con los 623 informes que emitieron los trabajadores sociales que evitaron el desalojo de sus viviendas para otras tantas familias”, destacó Pérez.
Un trabajo importante, señaló, también se ha desarrollado con el colectivo de inmigrantes y la gestión de informes de “arraigo social”. El año pasado se emitieron 1.393 documentos (708 más que en 2020) en los que los trabajadores de este departamento ayudan y orientan a los inmigrantes para que puedan regularizar su estancia en la Región. La mayoría de estos informes corresponden a familias que habitan en el casco urbano (709), seguido de los 393 de la zona sur y los 291 de la zona norte.
Por lo que respecta a la atención a la infancia y la adolescencia, la memoria se hace eco de la atención socioeducativa que recibieron 4.197 niños; mientras que casi 5.000 menores recibieron ayudas de diverso tipo por valor de un millón de euros. Además, se hizo seguimiento a 237 casos de absentismo escolar.
Un total de 69 familias fueron atendidas por parte de los Equipos de Desprotección Infantil (EDI), con el objetivo de evitar que los menores (145) tuvieran que abandonar sus hogares y terminaran en centros de acogida.
Detrás de estas cifras hay 247 trabajadores que forman parte de la plantilla de Servicios Sociales, “que se dejaron la piel en 2020, en 2021 y siguen en 2022”, apuntó la concejala, quien añadió que cuentan también con la colaboración de la red de voluntariado, que ya cuenta con un registro integrado por 317 personas. “Sin ellos, Murcia no sería lo que es; por la capacidad y empatía que tienen todos para no dejar a nadie atrás”, insistió.
Andrés Duarte, jefe de área de Servicios Sociales, destacó que no todas las familias que acuden a Servicios Sociales lo hacen por una situación de pobreza, “porque este es el cuarto pilar del Estado social democrático y de derecho que es el Estado español, y es un departamento de carácter universal” para personas con cualquier tipo de vulnerabilidad.
Fuente: La verdad de Murcia
