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Los terrenos de regadío en Murcia se disparan
Las parcelas de regadío se han transformado para estos últimos años en ser un terreno cubierto y seguro debido a las campañas agrícolas, que a principio de este año en curso se han colocado en un máximo histórico debido al coste, pero que estas parcelas vuelven a ser un lugar seguro en la región frente a los excelentes resultados de las últimas campañas agrícolas. En inicios del 2015, el precio medio de la hectárea llegó a alcanzar los 38.000 euros, aunque son muchos los casos en los que ha llegado a 52.000, cifras que siguen manteniendo un máximo en los tiempos. Las fincas de limoneros han mantenido el margen de primer lugar por segundo año, quienes le prosiguen son los invernaderos situándose en segundo lugar. Ahora el caso contrario es el de las tierras de secano siguen estando desestimadas y afectada debido a la retirada de las ayudas europeas para su producción de cereal, por el contrario se valoriza más la producción de almendro. En nuestro campo murciano salen a la venta una media de 300 parcelas.
Este hecho indica un desajuste para los que inician es esta área, los jóvenes y aquellos 11 mil agricultores, ya que se ha considerado de alto valor dada la imposibilidad de comprar, los arrendamientos se han disparado tanto en la demanda como en su precio, esto se ha resultado una complicación para el sector.
Se cambiaron de manos 6.728 fincas, de las que 2.621 fue por compraventa, y todo entre enero y septiembre, el resto lo hizo por herencia, donación y cambio. Muy similar anterior año que fueron 2.896 transacciones, cuando volvió a reanimarse la demanda desde el inicio de la crisis. El mayor vértice se produjo en febrero con ventas de parcelas de un total de 410.
Hoy por hoy se ha logrado detectar de quienes venden, esta parte se produce debido a querer mejorar pues la condición financiera de los jubilados ya que sus pensiones no están acordes a la economía, sino que oscila no más de 700 euros. Y para el agricultor le es provechoso ampliar su finca, y esto significa una gran oportunidad, ya que ellos ofrecen una parcela a propietarios colindante o limítrofe.
Y aquellos autónomos y profesionales que tienen esas tierras heredadas, por lo que necesitan liquidez pues combatir sus deudas adquiridas por sus propios negocios, esto que facilite ofrecerlas a sus arrendatarios con un éxito concerniente, ya que éstos últimos exigen precios más bajos, con el demostración de que conocen mejor que nadie la rentabilidad de las parcelas que trabajan.
Por otra parte tenemos grandes empresarios – Construcción – que en tiempos previos de crisis adquirieron extensos terrenos como para plantar cítricos, así como almendros y olivos de regadío. Al referirse a fincas de cierta dimensión, tienen más problema en venderlas a agricultores profesionales y suelen finalizar en manos de compañías agroalimentarias.
De acuerdo con los últimos datos que maneja la Consejería de Agricultura, el precio medio de una parcela de regadío para hortalizas al aire libre se situaba a inicios de este año en 38.110 euros la hectárea y el máximo, en 52.374 euros, si bien se han dado casos de bancales vendidos a poco más de 25.000 euros por parte de huertanos jubilados o herederos que simplemente se dedicaron a otra actividad. Muchas de las trabillas que salen al mercado se encuentran situadas en las periferias de pueblos y ciudades.
Ahora si bien el que desee adquirir invernaderos y plantaciones de cítricos tendrá que abonar de media unos 60.000 euros la hectárea. Casos en los que un limonar se paga a 115.000 euros y una finca de cultivo protegido, a casi 90.000. En cambio, parcelas de naranjos que antes de la crisis estuvieron de “moda” entre los inversores (sobre todo, en el Campo de Cartagena) y que el año pasado se adquirieron a precio de ganga: 40.000 euros.
Estas son las cifras para las plantaciones de melocotoneros, albaricoqueros y ciruelos son más moderadas: el precio medio estaba a inicios de año en 24.646 euros, siendo el máximo 31.939. Aun así, suponen un apreciable incremento respecto a hace dos años, cuando la cotización media no pasaba de 19.000 euros.
