Más de 300 días de sol al año y playas para dar y tomar hacen de la Costa Cálida un destino con posibilidades casi infinitas.
Un paraíso vacacional donde los grandes complejos hoteleros conviven con zonas más bohemias y con playas secretas de aguas cristalinas. A medida que se avanza hacia el sur una espectacular sucesión de acantilados de pizarra y calas solitarias se abren paso hasta llegar a su litoral urbano.
Un destino de sol y noche, ideal tanto para disfrutar de una jornada a pie de playa como para permanecer despierto hasta el amanecer.
En el punto más meridional sus riberas nos invita a perdernos entre bahías, puertos, puntas rocosas y playas de arena fina y a disfrutar del turismo náutico y subacuático en toda su intensidad.
Fuente: http://www.murciaturistica.es/